martes, 31 de agosto de 2010

Modismos del Lenguaje

A lo largo del tiempo varían los modismos del lenguaje. Para mis abuelos hubieran “sonado” bien extraños vocablos hoy en día de uso común y corriente… pues nunca llegaron a ser oídos… ni siquiera llegaron a leerlos y menos aún a saber su significado, como por ejemplo: transistores, satélites, electrodos, computadora, televisión, etc. Por supuesto menos aún palabrejas tan chabacanas que utilizan ahora no solo las clases sociales “C”, “D” y “E”, sino hasta algunas personas de las “A” y “B”, tales como: pana, burda, chamos, etc.

Para los bisnietos y tataranietos de mis abuelos, sobre todo para los citados en segundo término, resultarían incomprensibles frases como esta, que yo escuchaba con frecuencia y familiaridad:

Alcánzame el carriel pues voy a salir”, Traje de la botica los cachets que se me habían terminado”, "Alguien hizo una travesura y me partió en aguamanil”; o bien: “Tuve que devolver las chinelas que pedí a la tienda pues me quedaron grandes”, “He engordado pues el corsette me aprieta demasiado” y muchas otras.

En efecto, hoy día se denomina cartera o bolso al adminículo que era el carriel. Los cachets eran unas cápsulas redondas hechas de un material semejante al de las ostras, que contenían determinadas medicinas y la botica era lo que ahora se nombra como farmacia. Al farmaceuta se le decía boticario. El aguamanil era una pieza de porcelana, como una jofaina, que se tenía en un rincón de la habitación sobre una mesa y al lado un jarrón de agua; se utilizaba para lavar la cara, las manos y los dientes y luego se botaba el contenido por algún “albañal” (desagüe hoy día). Chinelas era el nombre que se daba a las pantuflas y corsette era un galicismo que equivaldría a la prenda intima femenina que mentamos faja.

A continuación voy a detallar alguno de esos vocablos y su significado:

Vacinilla: Depósito redondo, con asa, de unos 10 cm. de profundidad, de porcelana finamente dibujada, o bien de peltre, destinado a recoger los orines en horas de la noche o la madrugada.

Leontina
Leontina: Hermosos reloj de caballero, redondo y casi siempre con tapa, que se guardaba en el bolsillo del pantalón y mediante una fina y larga lo sujetaba de la correa a la cintura, o a alguna de las trabillas que la sujetaban. Existían leontinas de oro, de plata y de hacer inoxidable y se les “daba cuerda” todas la mañanas, para que funcionaran las próximas 24 horas. Esos relojes, crease o no eran de precisión sorprendente; no solían ni adelantarse, ni retardarse y quienes usaban chaleco, en vez lo lucían poniéndolo en el cabezal de la cadena en alguno de los ojales, según el largo de ella.

Faltriquera: Era un bolsillo pequeño en la parte frontal del pantalón y a un costado del mismo; o bien una cartera de cuero, flexible como un acordeón, que podía considerarse como pionero de los modernos “koala”, servía para portar monedas.

Enaguas
Enaguas: Prenda intima femenina, de encajes o tela fina, similar al medio fondo actual, pero destinada a “dar mejor cuerpo”al traje. Se usaba debajo del propio fondo.

Cargadora: Equivalente a niñera. (Persona que se encarga del cuido y paseo de los niños)

Andaluza: Era una especie de mantilla humilde, casi siempre negra o blanca, que cubría la cabezas para asistir a oficios religiosos, aunque las mujeres de clase poco pudientes no salían nunca a la calle, fuese cual fuese su destino, sin usarla. Eran de tejido leve, simulando encajes; de forma triangular, con el pico mayor cayendo sobre la parte inferior de la nuca. También existían (no recuerdo exactamente el nombre, aunque creo era pañoleta) que era parecida al chal de ahora, pero que cubría la cabeza y se enrollaba el cabello, dejando colgar una parte hacia adelante y otra hacia atrás. Se solía ver mucho en los meses de frío: Noviembre, Diciembre, Enero y Febrero. Estuvieron de moda hasta la década del 30.

Banesta: Una especie de cesta o canasta.

Suasina: Persona insulsa.

Zoquetada: Hacer una tontería o decirla.

Embostadero: Placa plana de cemento, próxima al lavandero, sobre el cual se extendía la ropa enjabonada para “blanquearla” exponiéndola al sol.

Despercutir: Acción de restregar la ropa sucia pesada.

Remilgosa: Mujer que hablaba de manera afectada o hacía gestos de tal índole.

Reemolona: Persona que se resistía a hacer algo, vacilaba en tomar decisiones o estuviera carga de escrúpulos para actuar en un momento dado.

Pizpireta: Jovencita agraciada.

Jautar: Almorzar.

Michelle Morgan
Aguite Usted: Espérese.

Zoquete (a): Tonto (a).

Pitoquitos: Forma afectuosa de referirse a los niños.

Vampiresa: Una mujer extremadamente llamativa por su aspecto sensual o exótico. Algunas artistas de cine eran consideradas prototipo: Lane Turnen, Heddy Lamas, Greta Garbo, por ejemplo. Para mi lo parecía Michelle Morgan en un 100%.

Estar lelo: Estar ido, distraído; desentendido respecto a algo.

Domino: Capa negra, larga y ancha, con capuchón estilo fraile franciscano, para cubrir la cabeza. Era un disfraz típico de caballero, que se utilizaba cubriendo el rostro con un antifaz. A las fiestas de carnaval se les llamaba carnestolendas.

Adefesio: Caricatura vil personificada. Ridiculez sublimizada. Hoy se hablaría mejor de esperpento.

Baul: Especie de maleta grande de madera y esquineros metálicos en refuerzos: en el cual cabían todas las ropas y utensilios indispensables para emprender viajes marítimos o terrestres a más o menos largas distancias.

Toca: Un gorro de uso femenino, muy semejante a una torta redonda, del cual se desprendía un velo, bien hacia delante o bien hacia atrás, o en ambas direcciones. En fin, un sombrero muy particular.

Vestido con Polisón
Coscorronazo: Golpecito aplicado por mayores a los niños en todo lo alto del cráneo, como manifestación curiosa de gran cariño. No se utiliza ahora.

Polisón: Adorno del traja femenino, que agrandaba graciosamente el trasero de las damas; muy utilizado a finales del siglo XIX.

Correr un trueno: Irse de juerga con mujeres, hombre parrandero, mujeriego.

Ratero: Ladrón de poca monta.

Raterismo: Delito de robo en escala menor.

Brincona: Muchacha desenfadada, poco seria.

Voceador: Pregonero, hombre que vendía en la calle “quintos” de lotería y periódicos.
Zorra: Mujer de la calle o de vida irregular.

Bailar rucaneando: Una pareja que bailaba estrechando excesivamente sus cuerpos.

Brollo: Enredo, lío, situación confusa.

Brollero (a): Persona fomentadora de brollos.

Arrocito: Fiesta pequeña bailable de poca importancia.

jueves, 12 de agosto de 2010

Breve genealogía mia por el lado materno

José María Aranda Briceño (+), casó con Inés Chávez Ríos (+) tuvieron los siguientes hijos:

1. María Saturnina Aranda Chávez (+), casó con su tío materno, Luis Felipe Chávez Ríos (+) tuvieron 4 hijos: Julia Elisa, Eugenia y Matilde Chávez Aranda (+) ( las 3 sin sucesión). Luis José Chávez Aranda, casó con Carmen (sin sucesión propia, adoptaron un niño de nombre Rodolfo José)

2. Héctor Aranda Chávez ( sin sucesión y no se casó) (+)

3. José María Aranda Chávez (+), casó con Carmen Arocha (+) tuvieron 6 hijos: 
José María Aranda Arocha (+); Gustavo Aranda Arocha (+); Alberto Aranda Arocha (+); Carmen María Aranda Arocha (+); Graciela Aranda Arocha (+) y Mariela Aranda Arocha (+)

4. Fernando Aranda Chávez (murió en la infancia)
5. Inés Matilde Aranda Chávez (+), casó con Juan de Dios Méndez Llamozas (+) tuvieron 1 hija: (yo) (+)

6. Guillermo Aranda Chávez (+), casó con Graciela Luigi (+) (sin sucesión)

7. Alfonso Aranda Chávez (+), casó con Laura Clavo Mejías (+) tuvieron 5 hijos: Mildred, Beatriz, Mariandela (+), Nancy y Oswaldo Aranda Clavo

8. Luis Francisco Aranda Chávez (+), casó con Lusiana Restrepo (+) tuvieron 1 hijo: Roberto José Aranda Restrepo

NOTA: Cometí un error en cuanto al orden de nacimientos: mi tío Luis Francisco seguía a mi tío José María y precedía a mi tío Fernando. El menor de mis tíos fue Alfonso.

OBSERVACION: Ninguno de mis tíos paternos o maternos vive en el año 1996; tampoco ninguno de sus cónyuges. Con una (+) señalo también a mis primos hermanos difuntos hasta junio de 1996.

Quiero dejar constancia que tanto en la familia Méndez como en la familia Aranda los llamados hijos naturales (fuera del matrimonio) siempre que no fueran adulterios, fueron considerados y tratados como familiares. Registro a:

- Alicia Páez ( hija de Ramón Ignacio)

- Fernando Ramírez ( hijo de mi tío José María)

- Inés Cecilia Aranda (hija de mi tío Alfonso, quien le dio el apellido)

- Guillermo Aranda Páez (hijo de mi tío Guillermo), (logró el apellido en juicio después de fallecido su padre).


DEBO ACLARAR:

• Alicia casó y enviudó del Dr. Hugo Méndez ( sin sucesión)

• Fernando casó con Carmen García (ambos difuntos) (descendencia en Yaracuy y Caracas)

• Inés Cecilia casó con Humberto Leal ( con sucesión) (Caracas)

• Guillermo logró el apellido Aranda una vez muerto su padre. (Lara) (Yaracuy)

• La descendencia de mis tíos Aranda, inmediata, está distribuida en Caracas y Lara. El hijo adoptivo de Luis José supuestamente vive en Bogotá (Colombia) (no hay contacto con el)

Brevísima Genealogía mía por el lado paterno

Juan de Dios Méndez Llamozas (+), casó con Mercedes Llamozas de Páez (+).

Tuvieron los siguientes hijos:


1. Juan de Dios Méndez Llamozas (+), casó con Inés Matilde Aranda Chávez. (+).

Tuvieron sólo una hija: (yo).

2. Ramón Ignacio Méndez Llamozas (+), casó con Rosa Amalia Gómez de Núñez (+) tuvieron tres hijos: Mercedes Amalia, Diego y Ramón Ignacio Méndez Gómez.

3. Rosarito Méndez Llamozas (+), casó con Guillermo Amitesarove (+) tuvieron solo 1 hija: Beatriz Amitesarove Méndez (+).

4. Mercedes Méndez Llamozas, casó con Hernán Rodríguez Ceballos: sin descendencia.

5. José Antonio Méndez Llamozas, caso con Elisa Yánes Mengual tuvieron 1 solo hijo: Gonzalo Méndez Yánes.

Los descendientes de mis tíos son por supuesto mis primos hermanos y a su vez tienen descendencia que no voy a registrar en estas “MEMORIAS DE LA ABUELA”.

Quiero hacer una genealogía lo más sencilla posible. A quien interese, que se informe, pues la descendencia es larga y hasta donde conozco, está radicada en Caracas, Lara, Táchira, Aragua y Anzoátegui.

Secuencias de las memorias de la abuela

Para facilitar las consultas he dividido estas anotaciones en varias secciones para a medida que va transcurriendo el tiempo surgen nuevos recuerdos y para que el conjunto tenga una secuencia más lógica creo que el sistema que he escogido lo logre. También he incluido micro biografías de ciertos personajes que son antecesores directos o indirectos, no con el propósito de vanagloriarme o lo haga así mi descendencia, sino como muestra de un compromiso personal mayor que se tiene tanto como miembro de la familia, como en condición de ciudadano (a). Así me fue enseñado y así deseo perpetuarlo, pues igual hice con mis hijos.

Mi nombre completo: Gisela Méndez de Balza Martínez.

Introducción

Ya para cumplir 68 años de edad he decidido escribir estas “MEMORIAS DE LA ABUELA”, que recogen datos curiosos, algunos poco divulgados otros pocos o nada conocidos alguno de ellos, mas aun menos publicitados, pero que son auténticos y no utópicos.

Mucha de la información recopilada proviene de mis abuelos paternos, uno que otro de mi abuelo materno y de tíos de ambas ramas, así como de mis propios recuerdos de infancia y adolescencia. Lamento no haber recogido nada de los labios de mi abuela materna, pues falleció 9 años y algo más de 1 mes antes de yo nacer; no obstante, también he anotado recuerdos de ella que mi mamá registró.

Del pasado siempre se sacan conocimientos y experiencias que enriquecen el espíritu y la cultura en general. Espero pues que de algo le sirva a mis queridos nietos.

Mi intención está muy lejos de escribir una obra siquiera modesta: aspiro, eso si, a estimular la curiosidad o el interés de mentes jóvenes que atesorando virtudes innumerables le faciliten adaptarse a una vida bien diferente a las que comienzan a transitar, tal como me ocurrió a mi que nací cuando aún se cocinaba con carbón y hoy ya ni ganas tengo de convertirme en mediocre utilizadora de las computadoras o del “Internet”.


Caracas, 23 de Junio de 1.996

(En verdad, desde Colinas de Carrizal, Zona Metropolitana de Caracas)

Dedicatoria

Dedicatoria (por estricto orden de nacimiento) a mis nietos:
  • Ingrid Carolina Balza Guía
  • Carlos Alejandro Balza Guía
  • Daniela Alejandra Briceño Balza
  • Vanesa Alexandra Briceño Balza
  • Arturo Enrique Briceño Balza
  • Ricardo Alberto Balza Pérez
  • Maria Corina Balza Díaz
  • Jorkary's Fabiola Balza Pérez
Y a los demás nietos que espero nazcan.